lunes, 11 de febrero de 2008

La Maceta


Una vez le pregunté a una maceta el por qué de las cosas.
Ella sólo miraba y agitaba las hojas de la planta que llevaba dentro, como queriendo ignorarme completamente.
Fue entonces que entendí que las macetas no estaban ahí para responder, sino para hacer como que escuchan solamente.
Eso lo hace sentir a uno como que medio frustrado, sin embargo comprendí también que en ese momento no había nadie más con ganas de escucharme.
Le di un abrazo y me fui.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente me quedo asombrado por la facilidad de transcribir líneas quizás simples pero con mensaje profundo...

En horabuena alumno... va por buen camino y como usted dice... hay entes que sólo están para oir y comprender la situación...

Saludos.

Anónimo dijo...

Tu amigo anònimo tiene razòn, aunque eso ya te lo he dicho... lo sabes, no? :)

Sabes, en una ocasiòn me pasò algo Similar... pero resulta que yo hablè con un àrbol, jeje, fueron pocas palabras, no queria sentirme como la loca de la pelicula "superstar", pero a veces sabes que salen esas ganas bizarras de hacer algo diferente... Bueno, resulta que de alguna estupida manera abrazè al àrbol y no se còmo, pero me arañè terrible mi brazo.
No se! le molestò o yo de imbecil no notè que podrìa lastimarme... pero fue extraño... total, ese àrbol merece mi ley del hielo, por sacarme sangre ><
Pd. Lo mandè talar...

Anónimo dijo...

pd2. jeje! claro que nO!! sIGUE vivo, pero merece mi rencor.