sábado, 13 de junio de 2009

Aluvión


Y tenías ganas de seguir hablando y prometiendo cosas que yo jamás iba a considerar ciertas, pero te detuvo tu propia incredulidad. La tarde se transformó pues, en un momento que siempre había querido vivir, dentro de un lugar en el que siempre había querido estar. Desde lejos noté que las nubes amenazaban con mojarme, con mojarnos. Pero justo cuando iba a advertirte de mi descubrimiento, me percaté de que tu te habías ido ya. Desde entonces te he buscado pero por una razón u otra nunca he podido tener la oportunidad de volver a escucharte mientras me platicas un montón de cosas que a lo mejor en ese instante no comprenderé, pero que al final, después de un rato de reflexión y de explicaciones cuidadosas de tu parte, siempre voy a entender. Ojalá que, siendo la antepenúltima cuestión de éste órgano que llamo corazón, vuelvas a convertirte en la última, pero por más "ojalás" que llegue yo a pronunciar, sé que no voy a cambiar nada. No quiero ser, tampoco, el mismo exagerado fatalista que le ve el final a las cosas incluso antes de que comienzen, o el viejo pseudo-autista que cree que la solución está en sus propios juicios torcidos.

Ayer por la tarde vi al sol escondiendose de mi vista, mientras una lagartija corría por la pared, de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha, como si, al igual que el sol, también estuviese tratando de esconderse de mi rango visual. Entre las plantas se movió algo y supuse que era otra lagartija, pero resultó ser un simple insecto cuyo nombre desconozco. No sé como puedo recordarte tanto y tan seguido. El sol empezó a molestarme y me senté a la sombra de una bardita que hay en el patio. Allí me dispuse a ver pasar a todo lo que se moviera. Insectos, aves, reptiles, hojas, polvo, palabras, pensamientos, mi vida.

-Ya casi termino- me dijiste.

-Está bien, yo te espero- respondi.

Te esperé tanto que tuve tiempo de bajar al patio y ver la vida pasar. Ojalá entiendas que este aluvión de cosas del que te estoy hablando no lo provocaste tú, sino tus palabras. O lo que es lo mismo, tus silencios, que son igual o más valiosos. Si no hubiese sido por ese silencio provocado por la espera, a lo mejor no me habrían dado ganas de ir al patio de mi casa y pensar en olvidarte.

Que chistoso ¿no? Pensar en olvidarte...

2 comentarios:

Tucker dijo...

Ke bonito y ke triste...

Malditas lagartijas me dan asko.

Ya soy tu seguidor =)

Todavia espero la historia de amor de betty y tucker.

Saludos Joooooto

A n g e l dijo...

Pensar en el olvido de alguien que existio, y que fue importante es de las cosas mas dificiles, a veces la vida parece qu se mofa de nosotros mientras sufrimos, las cosas que nos rodean de forma inmediata tienen una estrecha relacion con el pensamiento que le guardamos y con la espera que le reservamos a esa persona.. Todo nos recuerda a ella...

Lo que te escribo es completamente subjetivo, dicen que la mejor interpretacion de las cosas es la que nosotros le damos, y bueno, yo entiendo tu texto de ese modo, la forma en como recuerdas a ese ser que existio y que ahora, como te dije en un post anterior, es "abstracto"

Bueno ya se me olvido lo que te iba a escribir, simplemente las cosas mas simples son lo mas complicado, el pensar en ella es simple pero su recuerdo y el tratar de borrarlo de nuestras cabezas es completamente dificil...

Muy buena la entrada, deberias hacer ya una coleccion de tus entradas, tienen una buena narrativa...