lunes, 2 de marzo de 2009

La Llave


(fotografía de el arroyo del guayabo en su etapa underground)

La llave está abierta y su producto se abre camino entre las praderas de colores pardos, que a veces, sumido en mi optimismo vago, suelo llamar 'sentimientos'. La llave está abierta y suelta su líquido sin pudor alguno, sin la certeza de saber si es un recurso renovable o no.

La llave está abierta y su recurso serpentea sin detenerse, formando un relieve sinuoso y ondulante. Me gusta caminar por las orillas del rio, que lleva un alegre y pristino color púrpura, producto de la intensidad con la que pienso. Me gusta caminar por ahí y a veces, sin darme cuenta del porqué, me gusta darme un chapuzón en mis propios anhelos, que siguen un curso inquebrantable hacia la nada. La llave, a pesar del paso del tiempo y de los momentos que en ocasiones me producen una sensacion de vaga curiosidad, sigue abierta.

Esa curiosidad me provoca unas ganas enormes y casi paranoicas de colocar un vaso debajo de la llave y darle un trago largo, un trago que me ahogue. Sé que no puedo. Beberme mis propios anhelos me resultaría bastante indigesto y un tanto deprimente. Prefiero que el agua siga corriendo, brindándome un sitio natural en donde mi compleja persona pueda darse un baño de vez en cuando.

La llave, a pesar de estar al alcance de mucha gente potencialmente capaz de poner un recipiente que junte todo ese líquido inmaculado y detenga parcialmente el fluir de dicho recurso, sigue abierta. En la pereza que provoca el movimiento involuntario de las mareas, altas y bajas, me dedico a soltar las redes para ver si con un poco de suerte puedo encontrar algún ser viviente que pueda servirme de alimento. Dicha tarea me lleva horas, que a veces completan días, y que en ocasiones, también, completan semanas.

El atardecer que logra verse desde el montículo arquitectónico que suelo llamar
templo, es particularmente especial. El cielo se torna rosado, a veces morado, a veces un poco azulado. Pero siempre es brillante, y las nubes siempre terminan por desintegrarse a tiempo, dejando un momento preciso suspendido en el aire, lleno de reflexión.

A veces llega la noche y el fuego de las dos columnas que cuidan el sagrario donde se encuentra la llave abierta, adquiere un tórrido color púrpura. La noche avanza como un mounstro estoico al que no le importa hacer bien ni mal, sino más bien proveer de cobijo a las almas pacientes (como yo) que vagan por ahí. El mounstro, o cielo, es una enorme masa morada que a momentos parece asentarse directamente sobre mi cabeza. Yo, paciente, estoy sentado a un lado del sagrario con la llave. Me arrullo viendo como, a pesar de la noche y sus características formas de hacerme sentir bien, la llave permanece abierta.

La madrugada es silenciosa aquí. En ocasiones pasa una luz centelleante por el cielo que crea un desastre en el flujo eterno de líquido que tengo a mis pies. A momentos creo que el agua cobra vida y quiere salir de su curso, quiere invadirlo todo, quiere nutrir las praderas de colores pardos que hay a su alrededor. Sí, las mismas praderas que yo suelo llamar 'sentimientos' cuando soy vagamente optimista.

Pero no pasa nada. En el cielo, el objeto centelleante desaparece, dejando una estela luminosa que contrasta con el tono púrpura de la madrugada. El agua se calma, y sigue su flujo. Yo no duermo, en cualquier momento la red puede moverse e indicarme que algún ser está al pie del sagrario.La madrugada pasa y se mueve como un inmenso animal que va en búsqueda de un alimento que yo no puedo describir y el cual no es de mi incumbencia. Deja a su paso un tono amarillento en el cielo, que luego se tornará rosado, y después será cubierto de nuevo por el vientre púrpura de la noche.

Yo sigo
mi trabajo, sigo pescando, sigo buscando algún ser que pueda entretenerme. Mientras, el agua sigue corriendo, porque la llave sigue abierta.Lo que nadie sabe es que dicha llave no fue hecha para ser cerrada. Simplemente se creó para ser aprovechada. Así se ideó, desde hace 10 siglos y 7 decadas.

Y así seguirá por siempre.

Abierta.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al leer el título pensé que era llave de pos de abrir las puertas y esas, jaja, pero esta chido men.

Miss Vintage dijo...

que chido post ;)

Anónimo dijo...

Hola rodito un saludo, me saludas a bettuna, cuidate ke estes bien.

p.d. el papa es puto.