miércoles, 28 de mayo de 2008

Código de Benevolencia Moral



Una noche estaba yo sentado frente al monitor. Como siempre. Las luces iban y venían en un vaivén incontrolable. Mi sombra estaba tan aburrida que ni siquiera se dignó en salir. Mis ojos estaban tan cansados que dificilmente parpadeaban. Mi boca estaba seca y mis manos estaban rígidas. Mis oidos no respondían y mi mente dificilmente pensaba en algo.

Pensé en salir un rato al patio para respirar. Bajé las escaleras y abri la puerta del patio. Me senté en el piso y me puse los audífonos. Por unos 15 minutos me desconecté completamente del universo. Bueno, para ser sinceros, siempre estoy un poco desconectado. Desde que tengo memoria siempre me he preocupado por los problemas del mundo pero nunca he movido un dedo para cambiarlos o resolverlos.

Que si el calentamiento global, que si la invasión a Irak, que sí ganó el Cruz Azul. Todo eso no me importó durante esos 15 minutos de gloria. Ya tenía algunos años que no lo hacía, y vaya que me hacía santa falta.

Lo que sí, es que cada vez me voy dando cuenta de que el mundo está diseñado para que cada cierto tiempo uno reciba una dosis cuantificada de estrés. Es Así, no hay patrañas de positivismo ni nada, es así, cada cierto tiempo uno se estresa y punto. Y no hay nada que uno pueda hacer para desestresarse satisfactoriamente. Y si conocen algun buen método, pues hablen ahora!





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