lunes, 7 de marzo de 2011

No. 1



Todas estas calles dicen lo mismo. Significan lo mismo. El túnel se alarga hasta el infinito. Viene de allá y se va de regreso. Anoche, tu corazón blando palpitó de más. Hace unos días, ese mismo órgano testificó sin querer el final de mis sueños. Todo el mundo dice lo mismo de tu piel. Todos vienen hacia acá y me dicen que no valgo mucho porque nunca hago nada, porque nunca digo nada. Hoy me creyó alguien (agradezco). Eso debe de contar. Ya no es tanto mi remordimiento por ser una persona inverosímil. 

Hoy se me mancharon las manos cuando me levanté de la cama. Fue quizás porque toqué la pared y eso está prohibido. Pocos me creen. Pocos me preguntan qué hay detrás. Pocos saben, incluso, que hay un "detrás". 

Mis dientes no están hechos para morder a nadie. A veces lastiman mis encías. Aquí todos comen carne. Bonita época para nacer anémico. 

Debí reír en silencio, confiar en las cuatro paredes de mi piel. Pero mis huesos son de arcilla. Mi lengua es barata y da placer. Después de aquella noche me incomoda hacer estas cosas, pero las hago porque no sé hacer nada más. 

Ya es lunes. Ya es marzo. Quisiera que fuera domingo. Y diciembre. 

En aquel hospital, donde gente querida lloraría de felicidad. 

Llueve sin que me moje. Sale el sol y no me da calor. El viento tira las hojas secas de los árboles sin que se mueva mi cabello. Cada día llueve, sale el sol y sopla el viento. Y yo jugando con las sombras, con mis sueños de papel. Jugando con la herida. 

Tu ya tenías una colección de relojes idénticos a los que te regalé.

Quién sabe hasta cuándo vuelva a abrir la boca. Quién sabe en qué momento voy a desdoblar mis dedos otra vez. No va a valer la pena porque tú no existes. 

Nada valdrá ya la pena 
a menos que de ver d a d  
e   x   i   s   t   a   s
.
...

-----------------------------------------------------------------
---------------
-------------------------
--------------------------------------
------------------------
---------------------------------

Con la luz apagada, las ventilas cerradas, los libros acomodados por número. 
Con el reloj marcando una hora incorrecta. Con el reflejo de mis ojos en los lentes. 
Con un pequeño dolor en el dedo índice. 

Un zumbido en mis oidos. Un pequeño malestar. La gente viene a pie en grupos de muchos. Muchos números, un número grande. La gente viene en pares. Los pares se besan las bocas. Si vienen en grupos de tres, hay una boca que reparte besos a las otras dos bocas. Viene toda la gente, vienen todos los grupos. Viene un saludo de parte del hombre del perro famélico. Se viene la lucha de clases. Un pequeño malestar. Una boca con un afta de proporciones incómodas. Bocas que se besan. Labios que dicen. Cosas...

----------------------------------------dddddddddddddd

A ti ya no te importa. Nunca te ha importado. No vale la pena que yo te piense. Alguien más lo hará. Muestro mi parte. Confieso mi parte. Juzgue usted, su señoría. Hoy vengo a pedir "no más" a este público idiota. Hoy escribo el último salmo de mis días muertos. Quisiera enamorarme, pero no puedo porque mi espíritu no es aristocrático. No puedo porque tengo miedo. Y el miedo va de piel a piel, de boca en boca. Por eso yo no beso a nadie. Por eso yo no soy doctor. 

fffffffoewppppppppppppppp

Scratch scratch, dice la mano del hombre. No tiene que ser tan sutil, señor. Mis palabras son espinillas: truénelas. 

Tengo miedo porque viene la gente en grupos de dos o tres y yo estoy solo. 
Estoy solo. 
Solo.

f3299999999

No hay comentarios: