viernes, 25 de junio de 2010

La verdad

La verdad, me sorprendió lo fácil que sucedió todo. Yo había esperado una chapa más dura, o algunos vecinos vigilantes, o algo en mi contra, lo que fuera. Pero no. Entré y ya.
    Ya había puesto los ojos en esta casa en especial. Porque aunque el edificio es de cuatro pisos y había muchos otros departamentos para escoger, ningún otro me llamó tanto la atención. Y no hay otra razón. Todas son iguales. Quiero decir, las paredes verdes, casi todas despintándose por la humedad o las patadas de los niños que corren; las puertas blancas con esos vidrios trabajados que dejan ver la silueta y no la cara o la forma del rostro de visitantes y residentes. Y las macetas con helechos en los pasillos, los números de las casas en color dorado. O tal vez que aquí pasé mi infancia, en el último piso. Pero ya hace tanto tiempo de eso. Y además, en ese entonces nunca me fijé en esta casa. No entiendo.
    Tampoco supe por qué estaba haciéndolo. Estaba tronando la cerradura y la verdad pensé en correr porque ya había olvidado mis motivos, o tal vez nunca los tuve. Pero seguí. La luz del sol entraba verde y se reflejaba verde por las paredes verdes, hasta mi piel verde. Y nadie en los pasillos. Me sentí, por primera vez en mucho tiempo, algo nervioso. Porque la chapa estaba venciéndose fácilmente, y entonces me temblaron las manos porque todo fue muy rápido. Yo esperaba que alguien me atrapara y de una vez por todas se cumpliera el sueño de mi madre de verme redimido en una cárcel. Pero no pasó.
    Este día no tenía ganas de llevarme nada. En serio. Por eso cuando abrí la puerta finalmente después de algunos segundos de hacer como que seguía forcejeando, volví a sentir algo que me decía que diera media vuelta y me regresara a la calle, la verdad. Que bajara las escaleras y saludara “buenas tardes”. O noches. Bueno, aún entraba la luz del sol. Pero a veces son las ocho y media y aún está el sol así que no sé. Como tampoco sabía esta tarde. O noche. Pues entonces pasé.
    Estaba fresco aquí adentro. Afuera también, pero aquí más, a lo mejor por las corrientes de aire que atravesaban las delgadas cortinas blancas. Y las fotografías de la familia sobre una repisa. Y el llavero colgado de la virgen que dice: La Virgen de Guadalupe cuida a esta familia. Y había más llaves colgadas. Sonaba el refrigerador. Bueno, y ya ahí sentí el alivio de que quizás nadie me vería y podría tomar algo y salir corriendo. Pero repito, no tenía ganas de llevarme nada, ni siquiera ya entrando y viendo que todo era tan fácil. Me senté en el sofá y esperé.
    Puse atención. Un ruido como de regadera venía desde el fondo de un oscuro pasillo. Brillaba la luz del baño a través de esos vidrios translúcidos como los de la puerta de entrada. Pude ver que no pasaba nadie por el pasillo de afuera. Entonces fui al pasillo oscuro, abrí la puerta, corrí las cortinas y, aunque resbalosa, la manipulé y pude traérmela a la cama. Su cama. Se cerró su puerta. Se abrieron sus piernas. O las abrí yo, no sé. Ella tampoco. No sabemos. Nadie dijo una palabra.
    Ella gime y jadea de repente. Yo no. Porque pienso en que alguien podría entrar. No es mi día, la verdad. Y de todas maneras no entiendo por qué estamos en esta curiosa posición, como perros; ella llorando amargamente, a mi merced, sin oponer resistencia, y yo pensando que nada de esto tenía que haber pasado, la verdad.

7 comentarios:

Habla lo que quieras de mí.. dijo...

Vaya Romàn!
Que puedo decir...
Me ha confundido un poco al final..y me da mucha curiosidad el contexto. ¿Què pensabas al escribirlo..?
Es muy bueno..debo decirlo, me encanto!
Lei anteriormente algunas de tus publicaciones pasadas..y son fasinantes en verdad.
Sere tu admirdora! ;)

:::LAU:::

Román Villalobos dijo...

Gracias por pasar y leer, Lau. Cuando gustes platicamos sobre el texto : D

¡Un fuerte abrazo!

Rodolfo Escobar dijo...

Muy buena historia, muy buena! La foto también me encanto. Para portada de algún EP.

Lelio dijo...

woow la verdad que final...

en si la historia me gusto y me intrigaba saber que haria, nunca me imagine eso...

esos finales que te cargas me gustan ...

saludos :)

pensamientos caldeados dijo...

mm algo extraño,no le entendi muy bien al principio pero despues me fui en el cuento,la verdad si me gusto,pasa a mi blog y sige asi estimado amigo.

saludos

Anónimo dijo...

Hubiera estado mejor un poco más de suspenso antes de que le abrieras las piernas: )Mi parte favorita es de la mitad hacia abajo.. siento como si el principio fuera una historia muy distinta, sentías algo diferente al estar escribiendo eso.., & al final de consolaste con sentir que puedes encontrar el control total y la frialdad de abrir sus piernas y penetrar.. tan simple y tan frígido como eso. Muchachonsín: )RJ

Anónimo dijo...

I almost forgot D: I think you're gay.





Hahaha, ntc. But is a fact that I'm kind of angry with you or something like that, I don't know.. my english is not very good looking como dice Celia Cruz. Intento hacerme la interesante. Adiós From: J.