lunes, 8 de junio de 2009

In Fraganti



Las dos 'X' en el gráfico representan a la mamá y a la abuela de Lucía, quien es estudiante de preparatoria y que aparece también en la ilustración en forma de cuadrado, en la esquina superior izquierda. Mamá y Abuela salen de la casa a las 5:12 PM de un Viernes. Mamá se dirige a tomar el camión, que ya la está esperando. Bueno, técnicamente no la espera, ¿cierto? Un camión dificilmente esperará a alguien. El camión la llevará al centro para completar la difícil misión de comprar lo que hace falta en la alacena. Deberá sortear ríos de gente que, al igual que ella, creen que es más conveniente comprar las cosas del mandado por la tarde.

Abuela, en cambio, se dirige a visitar a una vieja amiga suya, que tiene un terrible cuadro de gripe común desde unos cuantos días atrás. Mamá tardará aproximadamente una hora en completar su tarea, mientras que a Abuela le llevará tan sólo media hora ir y llevar sus condolencias, o mejor dicho, sus atentos saludos. Ambas dejan unas menudencias de pollo calentándose en la estufa, mismas que darán al perro en cuanto éste comienze a ladrar de inanición. Lucía debía apagar la cacerola hirviente en 10 minutos, de lo contrario, la comida del perro quedaría arruinada.


Del camión que "espera" pacientemente a Mamá se baja Octavio, el novio de Lucía que recientemente obtuvo el título de "Persona Non Grata" en casa de ella. Sería peligroso si Mamá detecta la presencia de Octavio en un radio de 100 metros alrededor suyo, por lo cual, Octavio es bastante sigiloso. Por Abuela no hay problema puesto que ella difícilmente recuerda quien chingados es Octavio. Con tal de no ser detectado, Octavio corre a la tiendita de la esquina para evitar el contacto visual con su mortal suegra, y una vez allí dentro se enfrenta a la incertidumbre de no saber si es conveniente comprar algo, sólo para ocultar las apariencias, o quedarse así, como un despistado que entró por error a la tienda, pensando que era una Tlapalería o algo por el estilo.

Compra unos chicles de menta y se asoma con cautela.

Una vez que arrancó el camión, con Mamá dentro, y que Abuela pasó a la otra acera, sin intenciones de voltear hacia atrás, Octavio caminó hasta casa de Lucía y tocó la puerta. La doncella abrió el ventanal y recibió a su principe azul con los brazos abiertos y con un hedor insoportable a higaditos de pollo.

Media hora despues arriba la Abuela y corre directamente a la cocina, alguien no apagó la estufa a tiempo. Se escuchaban ruidos extraños que provenían de la habitación de Lucía. Abrió la puerta y encontró a su nieta junto con un tipo en una situación más o menos embarazosa. Todavía les quedaban unas prendas encima.



3 comentarios:

Marco_mares dijo...

tsss que fuerte
otro poco y los cachaban poniendole jorge al niño

María - Té de Libelula dijo...

Hola Rocalfo! Cómo estás?
Ojalá te encuentres de lo mejor. (:

Regresando a esto del blog. El otro día te conté no? Que no he podido estar mucho en la computadora por cuestiones académicas. Y así será a partir de este lunes 15 de junio y su fin llegará el 10 de julio del 2009.


Bueno, pasando a otras cosas.
Está curiosa la historia, aunque pensé que iba a tener otro final...
(:
Pensé... Que en cuáto rodeara la avenida y llegara a casa de Lucía, estarían ahí Abuela y Mamá, dado que en una confusión, tanto Mamá como Abuela, no cumplieron lo mncionado en tu texto...


Cuidate mucho Rocalfo.
Me encanto la representación de tu historia.
(:

A n g e l dijo...

Jajajajajajajaja

no mames, que buena historia, los amores a escondidas suelen ser los mas peligrosos en muchos aspectos..

Generalmente este tipo de romances no sirven de mucho y mas cuando tienes el odio de los familiares de la dama, aunque nunca me ha pasado tal cosa por que yo siempre he sido muy mansito y nunca me ha interesado tratar con los padres de mi chava, ps solo diré que esto fué tan real, el leerlo me imagino a una anecdota que me conto una amiga, se vieron a escondidas, llega el jefe y los ve cojiendo en plena sala...

:S

A la chava se le armo y ps no ha visto al chjico ese, lo peor es que... Ellos son de 16 años... PINCHES NIÑOS COGELONES... jJAJAJAJAJJA

Chida la entrada, muy real e imaginativa...