martes, 17 de febrero de 2009

El Baño de Jesucristo

No podía seguir caminando más, así que le dije a mi amigo que nos detuvieramos en una tienda de abarrotes cercana y le pidieramos a un piadoso empleado que me dejara entrar a hacer mis necesidades fisiológicas en su sanitario.

Nos detuvimos en una esquina cualquiera. Como era de noche, la luz del foco viejo de la tiendita iluminaba más o menos adecuadamente dicha esquina. Pudimos ver, antes de cruzar la calle, que la tiendita estaba llena. Había un par de señores de la tercera edad dialogando sobre futbol, un rasta de ojos rojizos cuya actitud pasiva me hizo creer que estaba en un estado mental muy dejado de la mano de Dios, una señora histérica con su hijo chillón y un empleado Emo.

Con nosotros, un par de muchachos flacos, altos y no muy estéticos, la tienda parecía completa. Entramos y apestaba a mota. Mi amigo, con la mirada, me comunicó que el olor procedía del rasta de ojos rojos que nos miraba pero al mismo tiempo no lo hacía. A uno de los señores lo saludé porque conoce a mi papá. Me siento importante cada que una persona de la tercera edad me saluda por mi nombre. Sin mas rodeos le pregunté al empleado por su baño y por la posibilidad de que me dejara usarlo. Como era Emo, dijo que sí y suspiró.

Entrando al baño vi a Jesucristo y me sonrió.

-Vas a usar el baño?- me preguntó Jesus.

-Eso creo, creo que tomé muchos frutsis- le dije, tratando de ocultar mi obvia sorpresa.

-El empleado Emo debió darte... - hizo una pausa para toser- un rollo nuevo de papel higiénico.

-No lo hizo, lo invirtió todo en sus lágrimas- le dije y ambos reímos.

Se fue.

Despues de usar dicho baño salí y el rasta estaba tosiendo descontroladamente frente al niño chillón que lo miraba detenidamente. La madre histérica enfureció aún más al ver dicho acto y salió dejando fuego humeante en las huellas del piso. El niño, tratando de seguirla lo mas rapido posible, tropezó, y lloró.

El Rasta comenzó a reirse como pendejo (no precisamente por la caída del niño) y los señores también, al llegar a la conclusión de que el América es un equipo de maricas, para maricas (no lo digo yo, lo dicen los señores).

Mi amigo miraba fijamente una bolsa de frituras pero lo desilusioné al mostrarle mi bolsillo vacío. Salimos del lugar y le platiqué que ví a Jesus en el sanitario de la tiendita.

Mi amigo, que acude a la iglesia más regularmente que yo, me dijo 'blasfemo' y me dio la observacion de que no todos los hombres de capa blanca y larga, con una cabellera larga y brillante y una barba espesa eran Jesús.

4 comentarios:

Miss Vintage dijo...

Bien creo que ya le estoy quitando segundos a mi vida con el comentario jajaja pero si lo hago en el cara libro y demas pendejadas ya que JAJAJAJA...

al cien tu historia, que risa con el emo.. y YO SI TE CREO , de que hayas visto a Jesús... JAJAJAJA

muy pro tu blog.. andare por estos rumbos.. chau

Løko® dijo...

A veces... nos creamos una imágen de cómo será ese ser Divino... nos lo imaginamos con alguien que se asemeje a la realidad...

Y no es así... de hecho dista mucho de como es... sólo sabemos como es por su vida... no por sus rasgos físicos...

Ahora... la idea de la historia resulta también un poco confusa... deseando tener en los lugares menos indicados a seres que siempre nos han acompañado en nuestra vida...

Sabeee... es algo bizarro encontrarlo en lugares poco accesibles para un encuentro.

Saludos Rodo.

Miss Vintage dijo...

Hey gracias.. también tu blog
está al cien... y si si me ha solido pasar que justo cuando no hago bien los trabajos los checan como por ejemplo Hoy.. damm it!!!
saludos y pasate cuando kieras eres bienvenido ..
abrazos

Rodolfo Escobar dijo...

Cuando una persona le dice a la gente que habla con dios todos los dias, le dirán que es una buena persona. Si les dice que dios habló con el, simplemente lo tacharán de loco.

Saludos