(Apolonio y Juan, luciendo desgastadas ropas, aparecen tumbados a la sombra de la pared de un edificio en ruinas. El sol es abrumador y el paraje luce desértico. El ambiente es silencioso. Los dos hombres lucen agotados, sucios y llevan algunas heridas sangrantes. Hablan con dificultad)
Apolonio: Juan, considero que el mundo ha llegado a su final. Estamos viviendo en el final de todo. Ha sufrido demasiado este mundo, casi ha desaparecido ¿No te das asco a ti mismo?
Juan: Tanto como asco, pues no. Me doy pena, que es diferente.
Apolonio: ¡No seas estúpido Juan! ¡Date cuenta que fuimos nosotros mismos los que nos colgamos y sellamos el futuro de este sitio!
(Silencio)
Juan: Apolonio, Apolonio.
Apolonio: ¿Qué pasa?
Juan: ¿Te has dado cuenta? Estamos muriendo. El cielo cambia de colores, y las nubes se han vuelto verdes. ¿Lo ves? Tanto discutir de tu pinche mundo y ya casi nos morimos nosotros.
Apolonio (tratando de ponerse en pie, sin éxito): Mmm, supongo que no nos queda mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo he pensado en el mundo y he dejado de pensar en mí mismo?
Juan: Mucho.
Apolonio: Ah.
Juan: Sí.
Apolonio: Odio cuando hablas con monosílabos.
Juan: Es que me muero.
Apolonio: Ah.
Juan: Odio cuando eres vengativo. ¡Cómo desearía no estar delirando, o muriéndome, o lo que sea que me esté pasando justo ahora!
Apolonio: Mejor dúermete, mañana se nos quitará lo delirantes, y quizás podremos seguir nuestro camino.
Juan: Bueno.
Apolonio: ¡Me cago en tus monosílabos!
Apolonio: Juan, considero que el mundo ha llegado a su final. Estamos viviendo en el final de todo. Ha sufrido demasiado este mundo, casi ha desaparecido ¿No te das asco a ti mismo?
Juan: Tanto como asco, pues no. Me doy pena, que es diferente.
Apolonio: ¡No seas estúpido Juan! ¡Date cuenta que fuimos nosotros mismos los que nos colgamos y sellamos el futuro de este sitio!
(Silencio)
Juan: Apolonio, Apolonio.
Apolonio: ¿Qué pasa?
Juan: ¿Te has dado cuenta? Estamos muriendo. El cielo cambia de colores, y las nubes se han vuelto verdes. ¿Lo ves? Tanto discutir de tu pinche mundo y ya casi nos morimos nosotros.
Apolonio (tratando de ponerse en pie, sin éxito): Mmm, supongo que no nos queda mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo he pensado en el mundo y he dejado de pensar en mí mismo?
Juan: Mucho.
Apolonio: Ah.
Juan: Sí.
Apolonio: Odio cuando hablas con monosílabos.
Juan: Es que me muero.
Apolonio: Ah.
Juan: Odio cuando eres vengativo. ¡Cómo desearía no estar delirando, o muriéndome, o lo que sea que me esté pasando justo ahora!
Apolonio: Mejor dúermete, mañana se nos quitará lo delirantes, y quizás podremos seguir nuestro camino.
Juan: Bueno.
Apolonio: ¡Me cago en tus monosílabos!
4 comentarios:
Me cago en tus monosilabos jajaja, deberias hacer algo asi sobre lo estupido ke es el Futbol Mexicano.
Auuuu karmara men saludos. y ke el rock sea.
Como siempre muy interesante y con una manera muy tuya de armar la historia... me rei bastante con cada alucinacion y al final ser parte de uno mismo.... parece el reflejo de nuestra conciencia, la lucha del bien y el mal.... pero bueno ya deliro yo tambien.
Toda la buena vibra rocka y por aca andamos firmando sus rarezas.
Jajaja tambien me dio risa eso de, Me cago en tus Monosilabos!!
esta curadilla el relato ese
buena vibra we!! echale ganas
come tunas y nopales!!
Bien
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