sábado, 12 de enero de 2008

El Regreso, con el Apañon


Bien, recordando que tenía un Blogspot, me puse a recordar la contraseña una y otra vez, y aqui estoy.


Hace tiempo escribí esto, parte tratando de narrar un poco las inconsistencias cotidianas de un ser humano común, parte tratando de hacer un retrato de alguien más.


Quien sabe? en una de esas nos podría pasar a nosotros.


Su sombra no tiene más que hacer, el hastío de nuevo avanza galopante sobre su persona, por el hecho en sí de que le abruma la incosistencia de su propia personalidad. Es momento de admitir que es el único de su especie, en mucho espacio de terreno a la redonda.
No hablo de un animal. Porque si fuese así, tendría que mencionar a varias organizaciones que estuviesen tratando de salvarlo de la extincion.

Hablo de un ser humano cuya forma de ser es distinta, escandaolosamente distinta. Es, en parte, culpa suya. No hay nadie atrás de el tratando de conservar su especie, pues de alguna forma, el se lo buscó.

Y es que en ocasiones se presta a comentarios chupa sangre de montones de personas. La alta sociedad, tan castrante, siempre haciendo alarde de sus posibilidades economicas, y de su presunta clase y educacion, no valía nada mas que una cascara de cacahuate en medio de la antartida. Para él, que constantemente se ponía esa bandera invisible de defensor de los oprimidos, estar solo era ahora un acontecimiento inconcebible.

Él habia hecho favores a muchos, y ahora estaba solo con su sombra, aburriendose de si mismo.Eso, al parecer, es lo que en realidad se buscó durante tanto tiempo de cambio. Todos esos meses confió ciegamente en una meta borrosa y aqui estan las consecuencias. Un tipo, sentado en una silla, con los ojos abiertos de madrugada, esperando a que algo increible suceda...


1 comentario:

Anónimo dijo...

que pex amigo rodo