Eso lloraba Dionisio todas las noches. En realidad nunca le decían Dionisio, siempre le decían La Peluca, porque cuando acababa borrachísimo (léase "todos los días") siempre contaba la triste historia de el cajón de pelucas de su madre.
Por más que uno quiera verle lo trágico a esta historia, es sumamente imposible. Este borrachín tiene todo lo que uno más quisiera tener en toda la vida. Claro, si ignoramos el hecho de que su hígado sobrevive gracias a la misericordia de Dios, entonces todo está bien.
Dionisio no tiene cabello, si acaso tendrá unos 50 años, siempre lleva un saco y un pantalón de vestir, y su bar preferido no tiene nombre. Popularmente se le conoce como "la puertita". Allí Dionisio vive, come, juega, y sobre todo, hace como que tiene ganas de vivir. Su cuerpo carbura con alcohol, con póker y viuda negra, el dominó no puede faltar, ni tampoco las riñas de siempre. Su vida pasa casi desapercibida para el resto de la gente del pueblo, e incluso él mismo a veces no recuerda de su propio existir.
Esta mañana amaneció en la banqueta. Los cantineros siempre tienen el gesto de sacarlo a la calle cuando es demasiado tarde, o cuando de plano esta borrachísimo. Esa mañana el cuerpo pedía a gritos un plato de menudo. Como Martín, el dueño del puesto, es compañero de juerga de Dionisio, pues le hace un cierto descuento, con la condición de que le ayude en el dominó.
Un trato es un trato, cualquiera cambiaría unas clases de dominó por un buen plato de menudo. Su aspecto le hacía ver como un profesor desaliñado, pero de profesor no tenía nada. Es esa la razón por la cual escogió la vida de borracho. Su padre quería que estudiara Leyes, pero a él siempre le agradó la Arquitectura. Y pues Dionisio Padre no iba a aceptar un no como respuesta.
"Estudias Leyes o te largas"
Que habrá escogido Dionisio, que ahora come menudo porque se compadecieron, cuando antes tenía dinero suficiente para poner 3 puestos de comida?